En el tráfico de Quito intervenimos varios actores y desde diversos ambitos, intereses, perspectivas, Cada actor tiene sus propios interes y difícilmente se enecuentran en un lugar común. Están los buseros, taxistas, conductores particulares, peatones, policías, autoridades, negocios vinculados al emdio automotriz, estacionamientos, señalética, semaforización, paradas de buses, cooperativas y compañías de transporte, atrancones, imprudencias, abusos, permisividades, indisciplina, parsimonia, entre otras...
Es central y merece toda la atención del caso el tranporte público, que para empezar es privado. Primer problema. En el día a día se ha complicado este tema. El pésimo servicio que ofrecen, los correteos, las aguantadas, el parar en cualquier parte, la imprevisión de los conductores, el exceso de trabajo de los choferes (14 a 15 horas diarias), el strees de los mismos, la inseguridad laboral, la presión que reciben, el conducir a tiempo y destiempo... Todos estos elementso han configurado un "buserismo" abusivo, a veces despiadado y totalmente alejaddo del servicio que debe ofrecer.
A esta caracterización de la buserización, hay que añadir la indisciplina de los choferes y usuarios de los buses, pues parar a dejar y recoger pasajeros es muy normal, dónde quiera y cómo quiera es el lema, no importa dónde y cómo se suben y bajan; también media la inseguridad en el inetrior de los buses, la presencia masiva de vendedores ambulantes que ofrecen a presión cualquier chuchería y casi nos abligan a comprarlos bajo amenaza; la tugurización del transporte masivo es otro talón de aquiles; el irrespeto a las paradas es otro tema vital; la impuntualidad también caracteriza nuestro transporte público, nadie sabe a qué hora pasa por las paradas y pero a qué hora se llega al destino que se quiere ir, en algunos liugares hay exceso de paradas, en otros casi no hay.
La semaforización es otro tema que merece especial atención y pronta solución. Desde hace años se sabe que tanto la policía como el municipio controlan a su estilo la semaforiazción de Quito. han paso los años y no han hecho nada por corregir este error. En Quito no hay la "ola verde" en ningún lado. Es caótico el sistema de semaforización y es más que prioritario que este aspecto se sincronice a la perfección. Ahora es cuando
Es central y merece toda la atención del caso el tranporte público, que para empezar es privado. Primer problema. En el día a día se ha complicado este tema. El pésimo servicio que ofrecen, los correteos, las aguantadas, el parar en cualquier parte, la imprevisión de los conductores, el exceso de trabajo de los choferes (14 a 15 horas diarias), el strees de los mismos, la inseguridad laboral, la presión que reciben, el conducir a tiempo y destiempo... Todos estos elementso han configurado un "buserismo" abusivo, a veces despiadado y totalmente alejaddo del servicio que debe ofrecer.
A esta caracterización de la buserización, hay que añadir la indisciplina de los choferes y usuarios de los buses, pues parar a dejar y recoger pasajeros es muy normal, dónde quiera y cómo quiera es el lema, no importa dónde y cómo se suben y bajan; también media la inseguridad en el inetrior de los buses, la presencia masiva de vendedores ambulantes que ofrecen a presión cualquier chuchería y casi nos abligan a comprarlos bajo amenaza; la tugurización del transporte masivo es otro talón de aquiles; el irrespeto a las paradas es otro tema vital; la impuntualidad también caracteriza nuestro transporte público, nadie sabe a qué hora pasa por las paradas y pero a qué hora se llega al destino que se quiere ir, en algunos liugares hay exceso de paradas, en otros casi no hay.
La semaforización es otro tema que merece especial atención y pronta solución. Desde hace años se sabe que tanto la policía como el municipio controlan a su estilo la semaforiazción de Quito. han paso los años y no han hecho nada por corregir este error. En Quito no hay la "ola verde" en ningún lado. Es caótico el sistema de semaforización y es más que prioritario que este aspecto se sincronice a la perfección. Ahora es cuando
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